EL MISTERIO DE LOS NÚMEROS PRIMOS

Se conoce como número primo aquel que solo es divisible por sí mismo y por la unidad.
Por ejemplo, 2,3,5,7,11,17,..............
Es uno de los problemas matemáticos más antiguos del mundo.

Se han encontrado huesos grabados que indican que eran herramientas de conteo primitivas, como el hueso de Lebombo, del peroné de un babuíno con 35.000 años de antigüedad, o una tibia de lobo, con 32.000 años de antigüedad, encontrada en Eslovaquia, con muescas agrupadas en 5 grupos.
Pero lo más sorprendente es el hueso de Ishango, que tiene una serie de muescas grabadas en un hueso de babuíno, con 20.000 años de antigüedad. Los números representados en forma de muescas forman dos columnas, y todos los números representados de esta forma son impares. Los de la izquierda son los números primos comprendidos entre 10 y 20 y los de la derecha son los que corresponden a 10+1, 10-1, 20+1, 20-1. Los números de cada columna suman 60.

Parece que los humanos del Paleolítico no eran tan tontos como nos los han mostrado la historia que nos han enseñado.



Pero fue el sabio griego Euclídes, alrededor del año 300 antes de Cristo, que en su obra Los Elementos, ya menciona que hay infinitos números primos, definiendo el máximo común divisor y el mínimo común múltiplo y proporcionando un método para determinarlos conocido como El Algoritmo de Euclides.
Más tarde, Aristótanes crea un método sencillo que permite encontrar números primos.
Hoy día, gracias a los ordenadores, se han creado algoritmos matemáticos más complejos que hacen que el cálculo sea más rápido.

En 1640 fue Fermat el que estableció un teorema, sin demostrarlo, que calculaba números primos. Fueron Euler y Leibnitz quienes más tarde lo demostraron.

Cuanto más avanzamos en el cálculo, más se alejan entre ellos. Y parece que el cálculo es infinito.

Tabla de números primos hasta 1000

Pero la cosa no acaba aquí. Donde los matemáticos están concentrados en encontrar una solución es en el cálculo de los números primos gemelos.
Los primos gemelos son aquellos números primos separados por 2, por ejemplo 3 y 5, 5 y 7, 11 y 13.
Hasta hoy, no se conoce si el número de primos gemelos acaba o no.
El que más se ha acercado a la resolución de este enigma matemático es un joven estudiante de postgrado, James Maynard, de 26 años, del Centro para la Investigación Matemática de la Universidad de Montreal, Canadá. Las conclusiones de este joven matemático están muy avanzadas y muy pronto se publicarán.

Hoy día, gracias a los ordenadores, se han creado algoritmos matemáticos más complejos que hacen que el cálculo sea más rápido.