Ya tenemos el origen de nuevas enfermedades derivadas del teléfono.
La telefonitis está ocupando un espacio en nuestras vidas que nunca hubiéramos podido imaginar que llegaría tan lejos.
Vayas por donde vayas ves a alguien con el teléfono móvil en la mano. Lo más triste es que apenas si se usa para hablar. Las utilidades complementarias que llevan estos modernos teléfonos son la gran atracción de este nuevo "juguete" que hace las delicias de todos. Los mayores dicen que es un peligro para los adolescentes. Mentira. Ellos, los mayores, están aún más enganchados que los adolescentes, y en el fondo, al ser conscientes de ello, advierten a los menores del peligro de la adicción.