Ya tenemos el origen de nuevas enfermedades derivadas del teléfono.
La telefonitis está ocupando un espacio en nuestras vidas que nunca hubiéramos podido imaginar que llegaría tan lejos.
Vayas por donde vayas ves a alguien con el teléfono móvil en la mano. Lo más triste es que apenas si se usa para hablar. Las utilidades complementarias que llevan estos modernos teléfonos son la gran atracción de este nuevo "juguete" que hace las delicias de todos. Los mayores dicen que es un peligro para los adolescentes. Mentira. Ellos, los mayores, están aún más enganchados que los adolescentes, y en el fondo, al ser conscientes de ello, advierten a los menores del peligro de la adicción.
Muchos son los que están enganchados a las redes sociales, y es aquí donde radica el peligro para la gran mayoría de usuarios.
El WhatsApp es ya una obsesión. Y no digamos el Twitter, Tik Tok, Instagram, YouTube o Facebook. Es realmente una adicción enfermiza.
Además cada día descubren nuevas aplicaciones que muchas de ellas crean dependencia por las utilidades que contienen, como ver el correo electrónico, notas, calendario, fotos, modificar los rostros de fotos, otras para mejorar la calidad de las fotografías, para controlar ejercicios, pasos que haces al día, ritmo cardíaco, juegos de todo tipo, música, lectura, ver películas, series de televisión, deportes,........un sin fin. Unas son muy útiles usadas por necesidad o comodidad, pero otras son adictivas.
Pero no solo de los jóvenes, no, es que las personas mayores están tan enganchadas o más.
Los ves a todos, mayores y jóvenes, con el dedito en la pantalla pasando páginas como si fuera un álbum de fotos, mostrándole las fotos al otro, y es cuando el otro saca el suyo y dale que te pego con sus fotos para que vea que él también tiene fotos hasta del chucho, del canario o del gato. De verdad que damos pena.
Muchísimas personas mayores han descubierto que el enviar fotos por WhatsApp y conversar por medio de notas es algo así como que se es más inteligente y culto que el que no lo utiliza.
Pero no solo de los jóvenes, no, es que las personas mayores están tan enganchadas o más.
Los ves a todos, mayores y jóvenes, con el dedito en la pantalla pasando páginas como si fuera un álbum de fotos, mostrándole las fotos al otro, y es cuando el otro saca el suyo y dale que te pego con sus fotos para que vea que él también tiene fotos hasta del chucho, del canario o del gato. De verdad que damos pena.
Muchísimas personas mayores han descubierto que el enviar fotos por WhatsApp y conversar por medio de notas es algo así como que se es más inteligente y culto que el que no lo utiliza.
Lo que no saben es que han caído en el peligroso mundo de la adicción. Los ves que continuamente que están mirando el móvil, buscando a ver si tienen nuevos mensajes. Y si no, pues vuelven a mirar las fotos archivadas o lo que sea. El móvil es su distracción.
¿Y que haríamos ahora sin el teléfono móvil? ....pues está claro que muchos se volverían locos.
Los médicos ya han alertado de las próximas y modernas enfermedades mentales derivadas del uso del jodido aparatito.
Porque, claro, una cosa es utilizar el teléfono móvil para trabajar, porque es realmente una herramienta completísima y útil, en la que tienes además del teléfono con la agenda y todos los datos de tus contactos, las notas, el calendario con tus citas y avisos, videoconferencias si fuera necesario, tu Word, tu Hoja de Cálculo, etc...y otra cosa es la cámara de fotos y el Tik Tok, Instagram, Whatsapp , Twitter o Facebook. Están muy bien usadas con mesura, pero crean adicción usadas continuamente sin necesidad.
Aquí si que la cosa se pone caliente.
No veas tu como arden los teléfonos de algunos, y especialmente de algunas con los mensajes y el envío de fotos o de chistes.
La verdad es que es muy cómodo, ya que evita el estar hablando, que siempre la puedes cagar con alguna frase o palabra fuera de lugar y en cambio, al enviar un mensaje escrito siempre puedes ir rectificando, .....pero ¡crea adicción! ..¡sí, sí,..digo bien...es como una droga que si te falta el móvil te crea un estado de inquietud alarmante!
La adicción ha llegado a extremos increíbles, como el ir conduciendo y estar atendiendo al móvil. O ir por la calle concentrado en él, chocando con las farolas, con las personas, pisando mierdas de perro, o tropezando con todos los obstáculos que se encuentran a nuestro paso.
Vamos a enumerar algunas de las preocupantes enfermedades que provocan la utilización desmesurada del teléfono móvil.
NOMOFOBIA
Estado de ansiedad creado por la ausencia del móvil, o por falta de conectividad. Las personas que se olvidan el móvil en casa por poner un ejemplo, y no lo necesitan para trabajar, que ese es otro caso, no saben que hacer, es como si les faltara la respiración. La mayoría pasan un mal rato, aunque si están a tiempo, vuelven a por él.
PHUBBING
Es la obsesión enfermiza de comunicarse con el móvil en cualquier parte, sea en la mesa cuando se está comiendo, en las reuniones, o incluso en el cine.
Es triste ver en una comida familiar a cada uno con su móvil riéndose como tontos, ausentes de los demás. Ya no es enfermedad, sino mala educación y falta e respeto. Terrible comportamiento. Se olvidan de conversar con los demás, encerrándose en el mundo del teléfono móvil, e incluso comunicándose con otras personas ajenas a la reunión familiar, sin venir al caso.
WHATSAPPITIS
Enfermedad que afecta a las articulaciones de los dedos, especialmente en las falanges y también en las muñecas. Aquí han de tener mucho cuidado las personas con artrosis en las muñecas, aunque son las que más lo utilizan.
FOMO
Fear of Missing Out
Es el miedo a creer que si no estás atento a las redes sociales te estás perdiendo algo. Hay que ser el primero en saberlo todo. Esto es lo que crea ansiedad.
VIBRANXIAETY
¿Alguna vez notas como si tu móvil vibrara y resulta que no? Si esto te ocurre con cierta frecuencia, tienes esa obsesión claramente identificada. Ya tu mente está tan pendiente del teléfono móvil que te crea sensaciones que en realidad no existen. Háztelo mirar.
FOTITIS
Es la obsesión por enseñar al primero que pillas las fotos de tus hijos, tu coche, tu perro, los sitios donde has estado, tu gato, tu casa, situaciones ridículas o graciosas, tus nietos. Es una obsesión por enseñar las fotos a todo el mundo. Cuando alguno te enseña sus fotos, inmediatamente tu sacas tu móvil y le enseñas las tuyas. Te crea una necesidad de tener un teléfono móvil con cámaras que hacen fotos con una cantidad de megapíxeles infinitos que para lo que se utilizan las fotos no son necesarios, pero mola, etc, etc.
En fin amigos, creo que deberíamos controlar un poco más estas adicciones porque si no, llegaremos al aislamiento total, dejando al lado incluso a nuestros seres queridos cuando estamos todos juntos unas pocas horas al día.
Hace tiempo que dijimos adiós a aquellas cabinas teléfonicas que eran los teléfonos móviles de no hace tantos años. ¿Os acordáis?
Los teléfonos móviles han ido evolucionando en muy poco tiempo, pasando de "zapatos" como se llamaban los primeros, por su gran tamaño hasta los actuales smartphone. Pero eran teléfonos para comunicarse por voz.
El avance tecnológico en los dichosos teléfonos móviles es tal, que está creando, especialmente entre los jóvenes la necesidad imperiosa de disponer del último modelo cueste lo que cueste, aunque en la mayoría de los casos solo los utilizan para aplicaciones que funcionan igual en móviles de menor coste. Pero lo primero es presumir ante los demás . Muy triste.
Excelente info , acá dejo algo para complementarla .
ResponderEliminarhttps://adiccionalcelular.win/