martes, 9 de enero de 2024

LA ANTÁRTIDA, EL CONTINENTE DESCONOCIDO

 La Antártida es el cuarto continente más grande de la Tierra, de después de Asia, América y África. Es dos veces más grande que Oceanía.


La Antártida esta situada en el llamado Polo Sur y debido a sus bajas temperaturas es prácticamente imposible vivir. Solamente hay estaciones científicas en las zonas costeras, que en épocas estivales hacen que la estancia en esas bases sea algo más llevadera. Tiene una capa de nieve de 2 km de espesor medio. La temperatura media ronda los 60º C bajo cero. Es tal la cantidad de hielo que si todo él se fundiese, la altura del mar subiría unos 60 metros.

Entre 2009 y 2019, las plataformas de hielo flotantes de la Antártida aumentaron 5305 km cuadrados, ganando 661 gigatoneladas. El gran volumen de hielo presente almacena alrededor del 70% del agua dulce del mundo. Esta capa de hielo está constantemente obteniendo hielo de las nevadas y perdiendo hielo a través del flujo de salida hacia el mar.

Este lejano continente fue avistado por primera vez por los españoles en 1603, por el navegante Gabriel de Castilla.

Las costas de este lejano continente son conocidas desde muy antiguo, pero solo las costas o sus proximidades, ya que desembarcar y adentrarse era muy peligroso debido a las bajas temperaturas.

El nombre proviene del griego Antartikos que significa "opuesto al norte". Los fenicios ya describían esas tierras en un mapa del siglo II y Aristóteles en su tratado "Meteorología"  escrito en el año 350 antes de Cristo, ya menciona "la región antártica". También los romanos se refirieron a esas tierras como "polus antarcticus".

Desde el siglo XVIII hasta la actualidad, no han cesado las expediciones para explorar el continente helado. Hay asentamientos científicos de muchos países, que ¿para qué sirven, si allí no se puede vivir? Experimentos, ¿para qué? ¿Es que no se pueden hacer en laboratorios?. Se han descubierto enormes reservas de hierro, oro, antimonio, cromo, molibdeno, uranio, petróleo y diamantes nada más y nada menos. 

De acuerdo que también se estudia el agujero de la capa de ozono, ya que en la Antártida hay volcanes, entre ellos el Erebus que lanza al espacio 15000 toneladas de cloro y otras tantas de flúor cada año, y que son parte importante del agujero de la capa de ozono, además de las 600.000 toneladas de cloro y flúor en forma de sales que provienen de la evaporación de las aguas de los océanos, y otras 36000 toneladas de HCL (ácido clorhídrico) proveniente de los incendios de todo el mundo.


Se dice que en la Segunda Guerra Mundial, los alemanes crearon una base secreta en la Antártida. En 1945, fueron vistos submarinos alemanes al sur de Argentina y cerca de la Antártida, lo que reforzó esta teoría. Se dice que en esa base se refugiaron muchos dirigentes nazis y hasta el propio Führer, cuya muerte todavía hoy es muy dudosa ya que se cree que fue un montaje. Es bien conocido que tanto Adolf Hitler como varios de sus asesores más cercanos estaban muy interesados en las tradiciones místicas orientales, en particular la existencia del reino subterráneo de Agartha como capital de la Tierra Hueca o Hohlweltlehre.




Operación Highjump.

Oficialmente conocida como The United States Navy Antartic Developments Programs, entre 1946 y 1947 fue una operación militar de los Estados Unidos compuesta por 13 barcos y 4700 hombres, además de varias aeronaves. Oficialmente se tratada de pruebas experimentales de material para situaciones climáticas extremas. Al mando estaba el comandante Richard Byrd, un experimentado piloto y reconocido explorador veterano, considerado un héroe militar por el ejército. 

La expedición fue cancelada misteriosamente a las ocho semanas, cuando debería haber durado entre seis y ocho meses. ¿Porqué?

¿Estaría buscando el Almirante la puerta que le llevara al interior de la Tierra tal y como se supone que hizo en su viaje por el Ártico?

El Almirante Byrd había hecho varias exploraciones en la Antártida, desde la primera, en 1928 con 42 hombres y un gran despliegue con grandes medios, otra en 1929, sobrevolando el Polo Sur, En 1934 estuvo solo en una cabaña . Todavía organizó otras tres expediciones más, entre 1939 y 1955. Fue nombrado Almirante de la Armada de los Estados Unidos.

Pues bien, dicen que tenía un supuesto y dudoso diario en el que anotaba sus experiencias, y entre ellas, el descubrimiento de una entrada al interior de la Tierra, describiendo con detalle lo que vio, asegurando que la Tierra es hueca. Volvió para contarlo después de volar 1600 millas en el interior de la Tierra. Este hecho ocurrió en enero de 1946, durante una expedición en el Ártico.

“Se me ha denegado la libertad de publicar estas anotaciones y quizá nunca lleguen a la luz de la opinión pública. Pero yo tengo una tarea que cumplir, y lo que yo he vivido lo dejaré aquí escrito. Confío en que todo esto pueda ser leído, en que venga un tiempo en que la ambición y el poder de un grupo de personas no pueda ya ocultar más la verdad”.

(Extraído del Prefacio).

Detalla en su vuelo que vio grandes extensiones de montañas, ríos y bosques habitados por mamuts, y que la temperatura era de unos 23ºC. El sol era de un color anaranjado, muy diferente al sol al cual estamos acostumbrados a ver.

Se le aproximaron varias naves y que inexplicablemente se apoderaron de los mandos del avión por medio de una fuerza desconocida  y lo condujeron hasta una extraña ciudad que parecía hecha de cristal. Al descender lo recibieron unos seres altos y rubios uniformados y con una insignia en el uniforme que Byrd no quiso describir. Lo acompañaron hasta  presentarlo ante lo que parecía la máxima autoridad, un anciano con barba, que le dijo que lo habían traído porque sabían que era una buena persona capaz de transmitir un mensaje a los máximos responsables de los gobiernos de la Tierra.


Extracto del diario del Almirante Richard Byrd:

«Le doy la bienvenida a nuestros dominios, Almirante.» 

Veo un hombre con rasgos delicados y el rastro de los años sobre su rostro. Está sentado en una mesa larga. Me señala para que me siente en una de las sillas. Después de sentarme, coloca las puntas de sus dedos juntas y sonríe. Habla suavemente una vez mas y transmite lo siguiente: 

«Le hemos permitido entrar aquí porque usted es de carácter noble y bien conocido en el Mundo de la Superficie, Almirante.

¿Mundo de la Superficie? Casi murmuro sin aliento.

«Si,» el Maestro responde con una sonrisa, «usted está en los dominios de los Arianni, el Mundo Interno de la Tierra. No demoraremos mucho su misión, y será escoltado a salvo a la superficie y una distancia más allá. Pero ahora, Almirante, le diré porque ha sido llamado aquí. Nuestro interés comienza justo después de que su raza detonó la primer bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki, en Japón. Fue en ese momento alarmante que enviamos nuestras máquinas voladoras, las Flugelrads, a su mundo de superficie para investigar lo que había hecho su raza. Eso es, por supuesto, historia pasada ahora, mi querido Almirante, pero debo continuar. Verá, jamás hemos interferido antes en sus guerras y barbarie entre razas, pero ahora debemos, pues han aprendido a intrometerse con un cierto poder que no es para el hombre, para decirlo por su nombre: con la energía atómica. Nuestros emisarios ya han entregado mensajes a los poderes de su mundo, y sin embargo, ellos no hacen caso. Ahora usted ha sido elegido para testificar aquí que nuestro mundo sí existe. Verá, nuestra cultura y ciencia está muchos miles de años adelantada a la de su raza, Almirante.»

Yo interrumpí, «¿pero qué tiene esto que ver conmigo, Señor?
Los ojos del maestro parecían penetrar profundamente en mi mente, y después de estudiarme unos pocos momentos respondió. «Su raza ahora ha alcanzado un punto sin retorno, porque hay aquellos entre ustedes quienes destruirían su propio mundo en vez de renunciar a su poder tal como lo conocen…»

Yo asentí, y el Maestro continuó:
«En 1945 y después, tratamos de contactar a su raza, pero nuestros esfuerzos se enfrentaron con hostilidad. Dispararon sobre nuestros Flugelrads, sí, sus aviones de combate hasta los persiguieron con malicia y animosidad. Entonces, ahora le digo, hijo mío, hay una gran tormenta preparándose en su mundo, una furia negra que no se gastará por muchos años. No habrá respuesta de sus ejércitos, no habrá seguridad en su ciencia. Podrá continuar hasta pisotear cada flor en su cultura y que todas las cosas humanas se nivelen en un vasto caos.»

«Su Guerra reciente fue sólo un preludio de lo que está por venir en su raza. Nosotros aquí lo vemos más claramente con cada hora… ¿usted dice que me equivoco?

«No», yo respondí, «ocurrió antes, cuando vino el Oscurantismo y duró por más de quinientos años.» «Si, hijo mío,» respondió el Maestro, «El Oscurantismo que vendrá ahora para su raza cubrirá la Tierra como una mortaja, pero yo creo que algunos de su raza vivirán a través de la tormenta. Mas allá de eso, no puedo decir. Vemos a una gran distancia un nuevo mundo removiéndose entre las ruinas de su raza, buscando sus perdidos y legendarios tesoros, y estarán allí, hijo mío, a salvos guardados por nosotros. Cuando ese tiempo llegue, volveremos otra vez para revivir su cultura y su raza.

Tal vez, para ese entonces, habrán aprendido la futilidad de la guerra y su contienda… y después de ese momento, cierta parte de su cultura y ciencia regresará para que su raza comience de nuevo. Usted, hijo mío, ha de regresar a la superficie con este mensaje…»

Con esas palabras de cierre, nuestra reunión parecía estar en su fin. Yo me quedé parado como en un sueño… pero, sin embargo, yo sabía que esto era la realidad, y por alguna extraña razón, me incliné apenas, ya sea por respeto o humildad, no sé cuál.

De repente, me di cuenta que los dos hermosos anfitriones que me habían traído aquí estaban otra vez a mi lado. «Por aquí, Almirante,» me hizo señas. Yo giré una vez más antes de salir y miré hacia atrás al Maestro. Una sonrisa gentil se dibujaba en su delicado y anciano rostro. «Adiós, hijo mío,» dijo, y luego con una hermosa y delgada mano, hizo un movimiento de paz y nuestra reunión realmente terminó.

Rápidamente, caminamos de regreso a través de la gran puerta de la cámara del Maestro y una vez más entramos en el ascensor. La puerta se deslizó silenciosamente hacia abajo y una vez más estábamos yendo hacia arriba. Uno de mis anfitriones habló nuevamente, «Debemos ahora apurarnos, Almirante, ya que el Maestro no desea demorarlo más en su itinerario y debe regresar con este mensaje para su raza.»

Extracto de: A Flight to the Land Beyond the North Pole; The Missing Diary of Admiral Richard E. Byrd.


Richard Byrd murió en 1956 y poco antes de morir escribió en su diario :
He mantenido en secreto este tema, tal como se me ordenó durante todos estos años. He hecho todo esto en contra de mis principios de integridad moral. Ahora siento que se acerca la gran noche, y este secreto no morirá conmigo, sino que, como cualquier otra verdad, triunfará.

Más detallada información:

https://es.wikipedia.org/wiki/Richard_Evelyn_Byrd

https://www.elindependiente.com/futuro/2019/02/15/descubren-montanas-gigantes-en-el-interior-de-la-tierra/

https://www.grupoelron.org/temasextraterrestres/richardebyrd.htm


https://www.ricardogonzalezoficial.com/articulos/historia-ignorada/la-expedicion-de-richard-byrd-a-la-antartida


https://www.jotdown.es/2014/04/viaje-al-centro-de-la-tierra-hueca/#google_vignette
 

https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2023-01-17/tierra-hueca-conspiraciones-terraplanismo-richard-byrd_3558242/


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