Cuando las madres querían que sus hijos volvieran a casa porque era muy tarde, solo tenían que gritar: ¡Que viene el hombre del saco!
Era una forma de que los niños se recogieran por miedo.
No quedaba ninguno en la calle. Todos se recogían asustados.
Pero este trauma quedaría grabado en la mente de los niños para toda la vida.
Esta tradición cuenta que el "Hombre del saco" era un personaje que buscaba niños para utilizarlos como solución a personas sin escrúpulos y desesperadas a causa de su terrible enfermedad, la tuberculosis.
Eran tiempos en los que no existía curación alguna. Un tuberculoso acababa tarde o temprano muriendo, no tenía cura.
Pero se decía que existía una solución: extraer la sangre a los niños para intentar curar al enfermo. ¿Porqué los niños?. Porque se decía que la sangre era más sana, libre de infecciones, además de oponer un niño menos resistencia en el momento de capturarlo.
El enfermo, generalmente, era un personaje con mucho poder, difícil de desenmascarar, y que utilizaba dicho poder para contratar personas que le trajeran víctimas, generalmente niños, para extraerles la sangre y así poder tener la esperanza de una sanación definitiva.
Se dice que algunos bebían la sangre, como los vampiros, y más modernamente, que se utiliza como transfusión.
Hay un caso documentado, en Almería, ocurrido en 1910, en el que un tuberculoso, Francisco Ortega, recurrió a los servicios de una curandera, que a su vez le envió al curandero, Francisco Leona, el cual, a cambio de una sustanciosa cantidad de dinero, le reveló que su sanación sería posible si bebía la sangre de un niño.
Goya plasmó en uno de sus "caprichos" un grabado, que data de 1799, al que tituló "Que viene el Coco", con el que pretendía desmitificar al terrible personaje con el que las madres asustaban a los niños. Goya denunciaba que el "Coco" era en realidad el amante que llegaba de incógnito, y que las damas, para que sus hijos se retiraran a sus habitaciones a dormir, y los djaran tranquilos, les asustaba con la expresión: "¡Que viene el Coco!"
Pero...¿será cierto que todavía hay personas que se dedican a buscar niños con unas características especiales, y extraerles la sangre con fines curativos?
Solo en 2012, el diario ABC, anunciaba que había casi mil casos cada año, de niños desaparecidos solo en España.
Hay alrededor de un millón de jóvenes menores de 18 años, desaparecen cada año en todo el mundo.
De acuerdo que las desapariciones, en la mayoría de las veces, obedecen a casos distintos a los del "Hombre del saco" o al "Coco", pero entre estos miles de casos, es muy probable que haya algunos que sí.
¿Cuantos casos se darán entre esas desapariciones, que acabarán con niños sacrificados con fines supuestamente curativos?.
Por si acaso, no dejad a los niños solos en la calle, jugando, aunque sea con amiguitos, en horas en las que no hay nadie. Son víctimas fáciles para los "hombres del saco" al servicio del enfermo que paga lo que sea para intentar salvarse de la muerte ante una enfermedad posiblemente mortal.
Es mejor prevenir que lamentar.
Hay distintas versiones del hombre del saco según cada país. Así, por ejemplo, el Duque de Alba, durante el reinado de Felipe II, era considerado una especie de hombre del saco dadas las tropelías de este señor en Flandes. Tanto es así que "en la actualidad, las madres de Holanda amenazan a sus hijos con el Duque de Alba, incluso, esto a llegado al tal extremo que en navidades San Nicolás en lugar de traerles carbón a los niños malos, se les amenaza con llevarles a España."
ResponderEliminarCurioso.
Aquí mi fuente: http://conoce-lahistoria.blogspot.com.es/2011/12/la-leyenda-negra-del-duque-de-alba.html
Saludos