viernes, 16 de mayo de 2014

LOS CÁTAROS




Cruz Cátara

Turísticamente hablando se ha hecho muy conocida la llamada ruta de los Países Cátaros. Desgraciadamente los cátaros no construyeron castillos, sino que en algunos pueblos del sur de Francia, muchos nobles que tenían fortificaciones se hicieron tolerantes con la nueva doctrina y algunos de ellos llegaron a profesarla.

Los únicos castillos considerados como construídos en la época de los cátaros fueron Laurac, Fanjeaux, Mas-Saintes- Puelles y otros en ruinas y en lugares casi inaccesibles como Montségur, Puilaurens, Lastours, o Termes.

Castillo de Puilaurens
visto desde el tren que hace
   el recorrido por Países Cátaros 


La fortaleza de Carcasona es lo más representativo que queda de aquella época, y sus cinco "hijos": El castillo de Aguilar, Peyrepertuse, Puilaurens, Quéribus y Termes.

Carcasona

Otros bastiones de la época de los cátaros construídos, muchos de ellos, y otros reconstruídos, para defenderse de los ejércitos de la corona de Aragón, son:
Arques, Durfort, Lastours, Montségur, Padern, Pieusse, Puivert, Rennes le Château, Roquefixade, Saissac, Usson, Villerouse-Termenès, y Lagarde.

En el año 1321 fue ejecutado el último profeta cátaro: Guillaume Bélibaste. Atrapado por los inquisidores y apresado en el año 1309, él enunció una profecía: “¡Justo dentro de 700 años el laurel reverdecerá, y los cátaros volverán a la Tierra!”

¿Quienes fueron los Cátaros? Los Cátaros, denominados también "Albigenses",  fue un movimiento religioso gnóstico que tuvo su apogeo entre los siglos X y XII de nuestra era. Se hizo muy popular en Catalunya Nort, en lo que hoy día es el sur de la la actual Francia, y sobre todo en la comarca francesa conocida como Languedoc. Pero también tuvieron importancia asentamientos en Castilla, León, Asturias, Reino de Aragón, Navarra, Italia, Alemania y Flandes.

Paises Cátaros en el Languedoc, Francia

Se cree que esta doctrina religiosa proviene de los Paulicianos, deportados a la Tracia desde Capadocia por Bizancio en el siglo IX. Adqurieron relevancia en Albania, Bosnia y Bulgaria. Los Paulicianos se dividieron en dos ramas, los albanenses y los garatenses.
Los primeros cátaros aparecieron en el año 1012 en la población de Lemosin. La creciente comunidad empezó a tener cada día más adeptos, lo que molestaba a la iglesia cristiana, y como consecuencia, fueron condenados como herejes. Ésto no hizo más que aumentar el número de seguidores de la nueva doctrina, sobre todo en Occitania, protegidos por El Duque Guillermo de Aquitania y sus nobles.
¿En que consistía el catarismo para tener tantos seguidores?
La doctrina cátara era dualista, es decir, un mundo material creado por Satanás y otro espiritual creado por Dios. Como decía Jesucristo, el reino de Dios no es de este mundo, y eso era la creencia fundamental de el nuevo mensaje espiritual. El mundo físico era la creación de Satán. El Diablo creó, según ellos, la religión Católica, el Mundo material y las Guerras.

Nosotros somos una creación divina y transitoria en este mundo.  El pecado se produjo en el cielo y perpetuado en la carne. Para el catolicismo, la fe en Dios redime, mientras que para los cátaros, exigía un conocimiento del estado anterior del espíritu para limpiar su vida mundana. También creían en la reencarnación. Para poder llegar al paraíso inmaterial era necesario vivir una vida ascética, pura y alejada del mundo corrupto que les rodeaba.
Los que llegaban a este estado de pureza eran conocidos como los "Perfectos" y se les consideraba como sucesores de los Apóstoles.
No aceptaban el bautismo porque según su doctrina, el agua era un elemento material utilizado por Juan el Bautista y no por Jesucristo. No aceptaban el matrimonio con fines de procreación.
También tenían prohibido comer alimentos de procedencia animal. Eran vegetarianos.

Los cátaros no creían en la Biblia por la sencilla razón de que Yahwéh, el Dios hebreo, cristiano y del Islam, es un Dios cruel, vengativo, celoso, guerrero y exterminador. No encajaba en sus creencias que Dios fuese malo y materialista. Dios era según ellos, espíritu infinitamente puro y bondadoso. Por lo tanto, Yahwéh era el Diablo.
Así mismo, Jesucristo no era una encarnación de Dios, sino que fué una aparición que se manifestó para mostrar el camino de Dios.

El Papa Eugenio III, en 1147, envió un legado para evitar el creciente movimiento de la nueva doctrina. Durante algunos años se intentó combatir la propagación del catarismo por la fuerza, obteniéndose éxitos momentáneos, pero sin lograr acabar con ella.

Cuando Inocencio III fue proclamado Papa en 1198, decidió acabar con la doctrina cátara proclamando la definición de la fe en el IV Concilio de Letrán,

El Papa quiso eliminar el catarismo de forma pacífica, pero se encontró con un rechazo general, incluso de los propios sacerdotes y obispos de la zona, que no eran partidarios de Inocencio III.
Además provocó la alianza de los condes de Tolosa con la casa de Aragón,

Pedro de Castelnnau, monje cisterciense conocido por excomulgar a los nobles que protegían a los cátaros, excomulgó al conde de Tolosa Raimundo, en 1207.  Posteriormente, el monje fué asesinado, y éste fue el detonante para que estallara la cruzada contra los cátaros.

El papa solicitó al rey de Francia Felipe II, para combatirlos, pero éste estaba más preocupado en su guerra con los ingleses que con los problemas religiosos. Pedro el Católico, rey de Aragón era un candidato para sustituir al rey francés, pero el papa Inocencio temía que no aceptara puesto que el rey aragonés tenía tolerancia con la doctrina cátara e incluso se sospechaba que la practicaba.
En vista del poco éxito de convocatoria, el papa decide que toda la tierra que los cátaros poseían sería confiscada por los que combatieran contra los herejes, y además que todos sus pecados serían perdonados a todos aquellos que combatieran durante cuarenta días.
La cruzada, ahora sí, fue todo un éxito. Prácticamente se apuntaron todos los nobles del norte de Francia. El papa encomendó la dirección de la Cruzada al rey de Francia Felipe II.
Ésto provocará un enfrentamiento entre nobles franceses del norte contra los del sur, convirtiendo la cruzada en una especie de guerra civil.  Por un lado, Raimundo VI de Tolosa dirige su ejército contra su sobrino Ramón Roger Trencavel. Por otro lado, en Tolosa se produce un conflicto encabezado por el obispo Folquet, para luchar contra los herejes.

Los cruzados tenían un plan preconcebido para exterminar a las poblaciones que se les resistieran, lo que provocó la rendición de la mayoría de las poblaciones sin combatir. Solo resistió Carcasona, pero finalmente, después de un largo sitio, se rindió por falta de agua y alimentos.
Los cruzados, tal como lo habían negociado con el rey Pedro el Católico de Aragón (señor feudal de Ramón Roger Trencavel), no eliminaron a la población, sino que simplemente les obligaron a abandonar la ciudad. En Carcasona muere Ramón Roger Trencavel. Sus dominios son otorgados por el legado papal al noble francés Simón de Montfort, el cual entre 1210 y 1211 conquista varias de las más importantes fortalezas de los cátaros . A partir de entonces se comienza a actuar contra los cátaros, condenándoles a morir en la hoguera.
El conflicto entre Simón de Montfort y Raimundo VI de Tolosa dura varios años, hasta que finalmente, en 1217, Raimundo el Joven hijo de Raimundo VI, acaba con Montfort y ésto hace que su padre, Raimundo VI vuelva a Tolosa, retornando de su exilio en Catalnya.
La guerra acabó definitivamente con el tratado de París en 1229. El rey de Francia desposeyó a la casa de Tolosa de la mayoría de sus feudos. A los Trencavel de todos. Pero los cátaros seguían subsistiendo.
En 1229 se establece en los países cátaros la Santa Inquisición, para erradicar totalmente la doctrina de los cátaros.
La última resistencia cátara fue la fortaleza de Montsegur, asediada desde mayo de 1243 hasta marzo de 1244.
Montségur

Interior de Montségur

El 16 de marzo de 1244 los dirigentes cátaros de Montsegur junto a doscientas personas fueron quemados vivos como escarmiento. Hay un pequeño monolito erigido en la memoria de estos mártires en la falda de la montaña donde está situada la fortaleza.

En el Concilio de Narbona, en 1235, el Papa decretó severos castigos a todos los que simpatizaran con los cátaros
En la península Ibérica, los cátaros también penetraron y tuvieron asentamientos en muchas ciudades.  Andorra fue el lugar en donde más arraigo tuvieron, pero también en Navarra, en el valle de Baztán, En Galicia, Asturias y León. Otra vía muy importante de expansión de la nueva doctrina, a la que muchos llamaban la "verdadera religión" fue Catalunya, desde la cual los cátaros la llevaron a Castellón, Valencia, Alicante y Baleares. De forma mucho más modesta también hubo asentamientos cátaros en León, Burgos, Palencia, Astorga, Haro y en muchas aldeas de Asturias.
Uno de los mayores enemigos de los cátaros fue Fernando III de Castilla y León, quemando en la hoguera a no pocos cátaros.
Tanto en el sur de Francia como en la península ibérica, poco a poco, los cátaros fueron desapareciendo, en parte por la amenaza de la Inquisición.

Triste fin de unos creyentes que al fin y al cabo solo predicaban la bondad y bien común. Fueron exterminados solo por no estar de acuerdo con las creencias de la fe cristiana.
Se les conoce como Los Hombres Buenos y Las Mujeres Buenas.

Fuentes:
http://loscataros.org/
http://es.wikipedia.org/wiki/Catarismo
http://www.loscataros.com/la-ruta/los-cataros-de-espana/323/38.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Castillos_c%C3%A1taros

2 comentarios:

  1. En Sevilla también hubo comunidades cátaras que fueron exterminadas en la hoguera por la Inquisición. Se sabe por las actas y los informes del Santo Oficio. Hay estudios muy avanzados que lo demuestran. Leáse el libro "Los cátaros en Sevilla" de Francisco E. Romero

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    1. Muchas gracias por tu comentario. Ignoraba que los cátaros llegaran hasta Sevilla.

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