Un curandero es una persona que cura un mal físico a través del alma, del espíritu, sin ningún tipo de intervención física.
A veces se confunde la curación por medio de la imposición de manos con el curandero. No es lo mismo a pesar de su aparente similitud.
Curanderos urbanos |
Estas personas cumplen su papel siempre que crean en que su cometido es aliviar dolencias leves. Lo más peligroso es cuando estas personas, animadas por el éxito de sus primeras intervenciones se atreven con dolencias de tipo terminal. A veces, debido a un éxito casual, se creen con poderes, y aquí es cuando ellas mismas deberían recapacitar.
A este tipo de personas que siempre han estado ahí, y que han sido los responsables de las llamadas curaciones milagrosas, con poderes especiales, se les ha llamado brujos, magos, chamanes, curanderos, .............. ¡la medicina alternativa!
¿Pero que es la medicina alternativa?
Así, a groso modo, podríamos definirla como el tipo de medicina ejercida por personas no reconocidas por la medicina convencional, o sea que no disponen de ningún título oficial que les respalde para garantizar a los pacientes que además de sus aparentes poderes extraordinarios, el curandero está respaldado por un título académico. Sin este título no es creíble.
Un poco absurdo ¿no?
Todos sabemos que hay médicos titulados que son verdaderos desastres capaces de matar con sus equivocadas conclusiones. Pero como tienen título, se le considera que su veredicto fue un error, que todos somos humanos y equivocarse es de sabios. Craso error. No olvidemos que un médico es un científico que puede ser un genio o un petardo aunque tenga título.
Pero ¡ ay de los curanderos que cometan un error grave ! ¡Se les juzgará como a criminales!
También hay muchos, quizás demasiados curanderos que son timadores profesionales que saben convencer a sus pacientes mediante palabrería para poder ellos vivir gracias a la ignorancia y credibilidad, rayando el fanatismo, de sus adeptos. Alguna sanación casual les hizo adquirir fama y viven de ello.
Éstos, al igual que los médicos titulados, cuando adquieren mala fama, hacen que los pacientes creen una aureola de menosprecio hacia estas personas que repercute de forma negativa en el gremio.
También existe otro tipo de curación, quizás la más espectacular y misteriosa de todas. Me refiero a la medicina milagrosa.
Si amigos, existen verdaderos milagros inexplicables que han hecho andar a paralíticos y recuperar la salud a enfermos terminales, solo por creer en la Virgen, en Jesús, en Buda, en ......¡la fe y nada más que la fe!
Los santuarios cristianos de Lourdes y Fátima tienen registrados milagros inexplicables.
Lourdes |
No lo dudemos, la medicina alternativa y la convencional son complemento una de la otra.
Algunas formas de curación de la llamada medicina alternativa, como es la homeopatía, han adquirido mala fama, porque anteponen sus intereses económicos abusivos a los realmente curativos.
También hay que tener en cuenta el interés de las compañías farmacéuticas en todo este meollo. Es indudable que intentan desprestigiar cualquier tipo de sanación que no conlleve una receta médica de un medicamento homologado.
Los curanderos son a veces personas casi analfabetas que viven en algún pueblo perdido de algún lugar remotamente desconocido, pero que su fama transciende por la efectividad de los resultados de su sanaciones, sobre todo por la imposición "mágica" de sus manos.
Desde épocas muy remotas, ha habido curanderos de renombre que fueron reconocidos por este don, siendo algunos de ellos soberanos, como el rey Enrique IV y Luis IX de Francia, y antes, el rey franco Clodoveo (siglo V).
Solían llevar un anillo de oro llamado "crampa" (calambre), e imponían las manos casi juntas sobre el mal del enfermo, invocando al cielo.
Posiblemente, el soberano más célebre de entre todos ellos fue Carlos II de Inglaterra.
Con el tiempo este don se extendió a través de monjes y monjas.
Un enfermo acudía a un sanador, éste le imponía sus manos sobre la zona atacada por el mal, de pronto experimentaba una sensación de calma, no solo en la parte afectada, sino en todo el cuerpo. Cesaban los dolores y pocos días después el enfermo se había curado. Así nació lo que conocemos como sanador. Estas personas eran y son en general desinteresadas, no cobran ni aceptan óbolos. Los hay que sí aceptan donativos, pero de manera desinteresada, nunca con intenciones lucrativas.
Una de las variantes de la curación por la imposición de manos es el Reiki, que utiliza según sus seguidores, la energía vital universal (no se ha demostrado que exista).
Su redescubridor el monje zen japonés Mikao Usui, en 1922, afirmaba que su "principal objetivo no es sanar las enfermedades físicas sino cultivar el corazón para mantener el cuerpo sano a través del poder misterioso del Universo".
Por eso les recomendaba a sus alumnos:
-No te irrites
-No te preocupes
-Sé agradecido
-Trabaja con diligencia
-Sé amable con los demás.
La explicación más aceptada en la medicina psicosomática cree que es la fe del enfermo la que moviliza a través del sistema neurovegetativo, los mecanismos que potencian ciertos anticuerpos que son los que luchan contra el mal.
La teoría de que el curandero transmite a través de sus manos su propia energía, es cada vez más aceptada por sus adeptos, no por la medicina convencional.
¿Milagro? ¿Curación? ¿Fe? ¿Sugestión?
Preguntas que aún no tiene respuestas científicas, al menos convincentes.
Lo cierto es que la fe mueve montañas. Es muy importante que la persona crea fervientemente que su curación es segura si se pone en manos de un curandero o de la imagen de un santo al cual le profesa una profunda y sincera devoción.
El instinto popular no se ha equivocado. La ciencia actual reconoce que nuestro cerebro juega un papel protagonista a favor de la salud.
Esa fe es lo que que conocemos como energía vital.
Todos los procesos energéticos de las personas (y de los animales) se transmiten al cerebro por medio de millones de células cargadas eléctricamente, y de éste a cualquier parte del cuerpo, tanto músculos o para movilizar nuestros pensamientos. ¿Energía vital?
Los parapsicológos de línea espiritista creen que estas manifestaciones están en un plano que no es ni físico ni espiritual. Creen que lo astral, la energía de los fluidos que mana de los curanderos que provoca los efectos ectoplasmáticos de los mediums nunca podrán ser controlados por aparatos.
No hay que olvidar que cuando una persona tiene un mal y no encuentra respuesta a su sanación, cuando encuentra a una persona, sea médico convencional, curandero o sanador, que le da esperanzas, su mente reacciona de forma diferente, respondiendo a las indicaciones del experto de forma positiva. Muchos de estos médicos utilizan placebos, y los pacientes responden como si de medicamentos curativos se tratase.
También hay que decir que hay muchísimos pacientes que llenan las salas de las consultas médicas de la Seguridad Social y que padecen transtornos neurovegetativos, es decir, que sus males tiene su origen en una disfunción nerviosa. Son personas altamente sugestivas por lo que cualquier pastilla aunque sea un placebo, o la amabilidad y la sonrisa con la que el médico los atiende, o una imposición de manos de un curandero en el cual confía, serán positivos para que el enfermo se cure de forma milagrosa. Es su fe enfermiza en este caso y no otra cosa, el motivo de su curación.
TERAPIAS MARGINALES:
Homeopatía
Dietética Naturista, Vegetarianos, Crudívoros
Cura de Sueño
Curación Mental o por el Pensamiento
Bloenergética y Técnca de Reich
Medicina Psicotrónica
Helioterapia
Magnoterapia
Hidroterapia, Crenoterapia, Talasoterapia
Reflexoterapia
Geoterapia
Macrobiótica
Cronoterapia y Fototerapia
Oligoterapia Mineral
Osmoterapia
Programación Extraterrestre y Cosmologías
Terapia del Prana
Musicoterapia
Control Mental y Meditación Transcendental
Curanderos Cirujanos
Fitoterapia
Fisioterapia, Fisiatría y Autocontrol
Hipnoterapia, Sofrología y Mesmerismo
Acupuntura
Quiropráctios, Osteópatas
Terapia Mágica, Exorcismo.
Todas las medicinas subsisten a pesar del repudio de la medicina convencional. Y eso es debido a que las personas necesitan creer que su dolencia tiene curación. Cuando no la encuentran en la medicina tradicional, la buscan en las alternativas, y si aquí la encuentran, a partir de ese momento se hará un ferviente seguidor de esta nueva alternativa, rechazando la medicina tradicional que lo condenó a no tener cura. Así de sencillo.
Hoy día aún no está claro si es el curandero el causante de la sanción o es la propia persona con su fe.
Todavía hay mucho por descubrir.
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