martes, 16 de enero de 2024

PSICOLOGÍA - NIÑOS MALCRIADOS

Hay que decir que un niño malcriado no nace, sino que se hace. Una educación excesivamente protectora o demasiado permisiva es una de las principales causas de la mala educación del niño.





El comportamiento de los niños malcriados se detecta en primer lugar por las rabietas continuas por la que los padres tienen que sufrir a diario. Son rabietas que cuando el niño es un bebé son normales, ya que es una forma de comunicarse y de manifestar su disconformidad.

Lo que ya no es normal es que esas rabietas las siga teniendo a partir de los cuatro años. Entonces es cuando el niño las utiliza como arma para conseguir lo que él quiere. Si el niño llora y no está enfermo o no se ha hecho daño, no hay que hacerle caso. Hay que dejar que llore y así entenderá que con ese arma no conseguirá nada.

Les cuesta dormir, son desobedientes, tiene dificultad en prestar atención, les cuesta aprender más que los demás.





Estos niños acostumbran a estar insatisfechos con casi todo. El motivo es bien sencillo, le hemos obsequiado con infinidad de juguetes y le hemos permitido todo tipo de caprichos. Durante muchos años apenas si le hemos negado nada. todo estaba permitido, creyéndose el centro del mundo. El niño exige cada vez más y no entiende que le nieguen algo que él desea, aunque no le sirva para nada. El ejemplo claro es cuando le regalamos un juguete.




Al principio parece que le hace mucha ilusión, pero al poco rato de estar jugando se aburre, y dejará de interesarle. Sabe que le comprarán otro. Y lo mismo le pasa con las comidas. Pide una comida y cuando se la pones no se la come con cualquier excusa.

Sabemos que los niños intentan manipular a sus padres sin que ellos se den cuenta. Son muy listos. El niño se cree el centro del mundo y recurrirá a lo que sea con tal de que sus padres le consientan o permitan lo que él quiere. Esta actitud del niño se conoce como "síndrome del emperador", porque los padres sirven todos los caprichos del niño, con lo que son los propios padres y no el niño, los que le están causando ese síndrome. Y es muy peligroso el niño con éste síndrome porque se puede manifestar hasta agresivo con sus padres, o hacerse el enfermo, o que le duele algo, hasta conseguir su deseo.




Al niño se le deben enseñar las reglas de comportamiento, obedeciendo a sus padres sin que éstos tengan que casi suplicarle al niño que haga esto o aquello. Se le debe enseñar a obedecer. Deben entender que sus padres son la autoridad y ellos tienen que obedecer. Es típico de un niño malcriado ver su comportamiento en la mesa. No se sienta con corrección, se levanta y se va cuando quiere, no se come la comida, se pone con los pies encima de la silla, tira la comida al suelo. Solo quiere llamar la atención de sus padres para saber hasta donde llega su dominio sobre ellos.




Son tan manipuladores que si sospechan que algunos de sus comportamientos no le gustan a sus padres, aprovecharán cuando estén en público para provocarlos y así avergonzarlos. Es un comportamiento típico. Y es cuando los padres acostumbran a decir que eso nunca lo hacen en casa.


Son muy egoístas con sus cosas. Lo notaremos con sus juguetes. Normalmente no quieren compartirlos. Les molesta que otros jueguen con ellos. Son solo ellos los que manejan sus juguetes. Si tu intentas jugar, te quitará el juguete de la mano con cualquier excusa, para enseñarte él como funciona.

Los niños malcriados no se relacionan bien con los demás niños ya que son excesivamente egocentristas, por lo que generalmente los demás procurarán evitarlo.

Cuando un niño está malcriado es muy probable que de mayor sufran trastornos depresivos y falta de autocontrol.

El niño malcriado es un tirano que domina a sus padres como le da la gana, creando problemas entre sus padres cuando uno quiere que se comporte de una manera y su pareja le da la razón al niño. El matrimonio deja de funcionar como tal por culpa del niño malcriado.




Generalmente la mala educación de un niño se debe a padres inmaduros que no han sabido imponerse a los caprichos del niño. No han sabido imponerle normas de conducta, permitiendo que el niño sea el rey de la casa. Cuando el niño sobrepase los cuatro o cinco años ya será tarde. Hemos maleducado al pequeño.

Muchos padres no aprueban que otras personas adultas reprendan a sus hijos cuando no se comportan correctamente. Error. Siempre que la reprimenda sea con educación y no de forma agresiva, es bueno para el niño. Tampoco hay que insultar al niño, sino corregir con buenas palabras lo que ha hecho mal. Por ejemplo, si grita, decirle que baje la voz y no grite.

No hay que sobreproteger al niño. Hay que dejar que intente resolver sus problemas por si mismo, sin ayuda. Si se ve que el niño es incapaz de resolver su problema, se le puede dar una pequeña ayuda para que él continúe pero no resolverle del todo el problema. Una sobreprotección hará que el niño no aprenda de sus errores, necesitará siempre a alguien que le ayude en todo, se sentirá inseguro, tendrá más dificultad de lo normal para desarrollar sus habilidades, se deprimirá cuando algo no le salga como desea, si no es el mejor en lo que se proponga dejará de tener interés para él y buscará otra motivación. De pequeño era el centro del mundo y de mayor no entenderá que es uno más y que para destacar hay que trabajar con mucho sacrificio y esfuerzo. Ya no tiene a sus padres que se lo solucionaban todo.

Hay que ensalzar las cosas buenas que hace el niño, dándole importancia para que se sienta seguro de que cuando hace algo bueno, se le reconoce.

https://www.gaesjunior.com/blog/efectos-sobreproteger-ninos#:~:text=Con%20la%20sobreprotecci%C3%B3n%2C%20al%20ni%C3%B1o,persona%20y%20hacia%20s%C3%AD%20mismo.

https://www.serpadres.es/familia/6390.html

https://www.mundopsicologos.com/articulos/mi-hijo-no-quiere-dormir-en-su-cama-posibles-causas-y-estrategias-eficaces

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