martes, 10 de septiembre de 2024

TELL EL-HAMMAN - SODOMA

TALL EL HAMMAN, es la ciudad identificada como la Sodoma de la Biblia. Proyecto de excavación conjunto entre la Facultad de Arqueología e Historia Bíblica de la Universidad Trinity Southwest (Albuquerque, Nuevo México, EE. UU.), la Facultad de Arqueología e Historia Bíblica de la Universidad Internacional Veritas (Santa Ana, California, EE. UU.) y el Departamento de Antigüedades del Reino Hachemita de Jordania, para investigar si la ciudad mencionada en la Biblia, Sodoma, realmente existió.



Las excavaciones se iniciaron en 2005, al sur del valle del Jordán, en Tell El Hamman, una antigua ciudad fortificada cuyas ruinas se encuentran al sur del Mar Muerto.



Los restos de esta ciudad están considerados como los de la ciudad más grande de la Edad del Bronce.
Los arqueólogos intentan comprender porqué esta ciudad y muchos pueblos cercanos fueron abandonados en el mismo período que coincide con el relato bíblico de la destrucción de las ciudades de Sodoma y Gomorra por la ira de Dios, como castigo al comportamiento de sus habitantes, cuyos vicios habían colmado su paciencia. 

Recordemos el pasaje bíblico en cuestión, en donde se menciona la destrucción de las ciudades de Sodoma y Gomorra. 

GÉNESIS CAPITULO 19

15 Al despuntar el alba, los ángeles instaron a Lot, diciéndole: «¡Vamos! Saca a tu mujer y a tus dos hijas que están aquí, para que no seas aniquilado cuando la ciudad reciba su castigo».

16 Como él no salía de su asombro, los hombres lo tomaron de la mano, lo mismo que a su esposa y a sus dos hijas, y lo sacaron de la ciudad para ponerlo fuera de peligro, porque el Señor tuvo compasión de él.

17 Después que lo sacaron, uno de ellos dijo: «Huye, si quieres salvar la vida. No mires hacia atrás, ni te detengan en ningún lugar de la región baja. Escapa a las montañas, para no ser aniquilado».

18 Lot respondió: «No, por favor, Señor mío.

19 Tú has sido bondadoso con tu servidor y me has demostrado tu gran misericordia, salvándome la vida. Pero yo no podré huir a las montañas, sin que antes caigan sobre mí la destrucción y la muerte.

20 Aquí cerca hay una ciudad –es una población insignificante– donde podré refugiarme. Deja que me quede en ella, ya que es tan pequeña, y así estaré a salvo».

21 Entonces él le respondió: «Voy a complacerte una vez más: no destruiré la ciudad de la que hablas.

22 Pero apúrate; refúgiate en ella, porque no podré hacer nada hasta que llegues allí». Por eso la ciudad recibió el nombre de Soar, que significa «pequeño poblado».

23 Cuando el sol comenzó a brillar sobre la tierra, Lot entró en Soar.

24 Entonces el Señor hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego que descendían del cielo.

25 Así destruyó esas ciudades y toda la extensión de la región baja, junto con los habitantes de las ciudades y la vegetación del suelo.

26 Y como la mujer de Lot miró hacia atrás, quedó convertida en una columna de sal.

27 A la madrugada del día siguiente, Abraham regresó al lugar donde había estado en la presencia del Señor.

28 Cuando dirigió su mirada hacia Sodoma, Gomorra y toda la extensión de la región baja, vio un humo que subía de la tierra, como el humo de un horno.

29 Así, cuando Dios destruyó las ciudades de la región baja, se acordó de Abraham, librando a Lot de la catástrofe con que arrasó las ciudades donde él había vivido.

30 Lot salió de Soar y subió a la montaña, donde se radicó con sus dos hijas, porque tuvo miedo de quedarse en Soar. Allí se instaló con ellas en una caverna.

31 Entonces la mayor dijo a la menor: «Nuestro padre está viejo y no hay ningún hombre en el país para que se una con nosotras como lo hace todo el mundo.

32 Emborrachémoslo con vino y acostémonos con él; así, por medio de nuestro padre, tendremos una descendencia».

33 Esa noche dieron de beber a su padre, y la mayor se acostó con él, sin que él se diera cuenta de lo que sucedía.

34 A la mañana siguiente, la mayor dijo a la menor: «Anoche me acosté con mi padre, y acuéstate tú con él. Así tendremos una descendencia».

35 Esa noche volvieron a dar de beber a su padre, y la menor se acostó con él, sin que él se diera cuenta de lo que sucedía.

36 Las dos hijas de Lot quedaron embarazadas de su padre:

37 la mayor tuvo un hijo y lo llamó Moab, que es el padre de los actuales moabitas.

38 También la menor tuvo un hijo y lo llamó Ben Amí, que es el padre de los actuales amonitas.





Así pues, es como el relato bíblico describe la destrucción de las históricas ciudades y de todas las aldeas de su entorno. 

¿Existieron de verdad estas ciudades? 
Es lo que trata de descubrir este equipo de arqueólogos, y parece que van por buen camino.
Algunos suponen que la destrucción de Sodoma y Gomorra se debe al impacto de un meteorito. Esta teoría es la más utilizada por los arqueólogos que no encuentran ninguna explicación a sucesos que no encajan con sus ideas. Un clásico. 
Aunque también es cierto que normalmente, los científicos y autoridades, desvían la atención, con afirmaciones falsas para evitar el saqueo de objetos que tiene mucho valor en el mercado negro.

Los restos de Tall El Hamman se remontan a 4000 años antes de Cristo. De los estratos que se están estudiando, hay especial interés en el que corresponde al texto bíblico en el cual se menciona la destrucción de Sodoma.
Las excavaciones en Tell el-Hammam se llevan a cabo desde 2005, bajo la dirección de Steven Collins, de la Unersidad de Trinity Sothwest.
El físico Mark Boslough , especialista en peligros de impacto planetario y prevención de impactos de asteroides , ha llevado a cabo una crítica sostenida en las redes sociales y en la prensa escrita de la hipótesis de que una explosión en el aire fue responsable de la destrucción de los asentamientos humanos en Tell el-Hammam. Su crítica llama la atención sobre una perspectiva de inerrancia bíblica que se ha utilizado en las afirmaciones de que una explosión en el aire destruyó la ciudad bíblica de Sodoma.
Veremos en un futuro si no es  o no cierto, que los restos de Tell El Hamman son los que que corresponden a las ciudades descritas en la Biblia como Sodoma y Gomorra, destruidas por Dios como castigo a sus habitantes que habían llegado a permitir los vicios y depravaciones sexuales como cosa normal. 

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